No todas las adicciones provienen del Gambling

El portal Think Gaming, una empresa especializada en desarrollo y usabilidad de juegos para móviles, ha elaborado un ranking con los 299 juegos más rentables y adictivos para los usuarios. En él figura en primera posición la aplicación Candy Crash llegando a generar unas 700 millones de partidas cada día, lo que alcanza unos 146 millones de libras al año.
Algunos indican que el éxito del juego radica en el llamado “Efecto Zeigarnik”, adicción a finalizar las tareas. De hecho, el diario Daily Mail recoge una serie de testimonios que suponen un ejemplo de cómo la adicción a un juego puede llegar a interferir en las tareas más cotidianas.
Una de las peculiaridades del juego es que, en su modalidad básica es libre, pero los usuarios tienen que pagar por servicios «Premium» o en determinados casos, para buscar un «atajo» para pasar de nivel.
El Efecto Zeigarnik
Este efecto fue descubierto a principios de siglo por la psicóloga Bluma Zeigarnik tras observar el comportamiento de los camareros. Estos podían recordar una gran cantidad de pedidos pendientes, sin embargo, una vez resueltos (servidos) los pedidos, los olvidaban. La psicóloga experimentó en el laboratorio con un grupo de voluntarios a los que proponía unos 20 retos mentales, de los cuales la mitad serían interrumpidos. Al finalizar el experimento, los voluntarios recordaban estas tareas con más claridad que las que habían resuelto satisfactoriamente.
Esta teoría demuestra el por qué los jugadores se hacen adictos a este juego. Al no terminar un nivel no lo pueden olvidar y piensan en cómo superarlo, lo que les crea ansiedad que sólo pueden aliviar si vuelven a jugar y, si no pueden corren el riesgo de padecer hasta síndrome de abstinencia.
Fuente: Opergame