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Argentina: El impuesto a las apuestas es un suicidio impositivo

Argentina: El impuesto a las apuestas es un suicidio impositivo

El impuesto a las apuestas es un suicidio impositivo que otros países conocen por experiencia y la falta del menor conocimiento de esta Industria le produjo al Estado una pérdida de más del 20% de lo especulaba recaudar.

Los dos Proyectos
El Gobierno planteo cobrar $40.000 por máquina que tome apuestas, lo cual tras un par de días y ante el anuncio del primer PARO HISTORICO de la Industria se corrigió diciendo que solo se aplicaría a las 81.914 TRAGAMONEDAS LEGALES que hay en el país, después de entender que las Agencias de Loterías irían a la quiebra y recordar que los Hipódromos apenas subsisten sin contar los de la Provincia de Buenos Aires que reciben más de $720.000.000 en subsidios por la gran cantidad de trabajo que generan.

Tampoco hay que olvidar que el titular de la AFIP, Alberto Abad, reconoció en la Comisión de Presupuesto el martes de esta semana que los $3.276.000.000 están inflados por gran número de Tragamonedas están en alquiler y leasing, lo que no tuvieron en cuenta en la primera presentación y que tampoco saben es, a quién le van a cobrar.

El segundo impuesto pretende cobrar el 0,75% de cada apuesta, los que somos parte de Industria sabemos por la experiencia de otros países que es un suicidio impositivo ya que lo único que produce es una baja en las apuestas por lo que no vale la pena perder el tiempo en entrar en detalles.
La Oposición no contaba con ningún proyecto real sobre que impuestos cobrar, pero capitalizo el marketing político que genera la palabra juego luego de años de mala prensa, con la gran salvedad que para la presentación de su proyecto tuvo la audacia de consultar a los interesados y no de tratarnos de socios a la fuerza pero sin opinión.

El primer impuesto se aplicaría sobre el 10% sobre el valor fiscal de las tragamonedas, me parece que alguien les aviso que se espera un gran recambio en el parque de máquinas para el 2017, a un ritmo del 30% por año, luego de años de un proteccionismo comercial abominable, logrando recaudar unos $600.000.000 al estimar un precio de $80.000 por tragamoneda.

El segundo impuesto consiste en la aplicación de un 7,5% sobre las apuestas online, que según el presidente actual de la Lotería Nacional alcanza al 20% del volumen de apuestas, a pesar de funcionar en la ilegalidad el 90% de este tipo de apuestas. Hay que recordar que durante el 2008, aun siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos aires, Mauricio Macri se planteó la idea de regularizarlo, si a esto le sumamos la actual crisis financiera que vive el Futbol Argentino y la proyección de Argentina como un país moderno por lógica ya debería estar regulado.

Por suerte para quienes trabajan en la legalidad, este proyecto también agrega al juego ilegal como delito penal con 3 a 6 años de prisión efectiva.

“El Juego no paga Ganancias”
La noción que han promocionado los Políticos sobre la Industria del Juego es que se encuentra exenta de los gravámenes comunes además de no pagar impuestos a las ganancias, así que en lugar elaborar una breve reseña sobre la realidad tomemos la opinión que expreso el reconocido Economista José Luis Espert en su columna del diario La Nacion.

“Sobre el impuesto al juego, en la provincia de Buenos Aires el canon es de 34% más entre 1% y 2% para las benéficas, más 12% de Ingresos Brutos, totalizan cerca del 50%. Al otro 50% que resta hay que sumarle el 21% de IVA ya que el juego no está gravado con IVA, por lo tanto todo lo que se paga con IVA es costo, cosa que no pasa en otras industrias.

O sea, el juego ya está recontragravado y hasta de manera distorsiva. Así que una decisión más razonable que agregarle un impuesto nacional sería si la Argentina quiere tener juego o no y no dar tantas vueltas. Además, pensar que la demanda por el juego quedará constante con un nuevo impuesto es tan ridículo como la declaración del jefe del Frente Renovador de que «el ahorro es especulación» razón por la cual lo quiere gravar. Lo más probable es que el juego caiga y se recaude mucho menos que lo estimado.»

“Entre más digas JUEGO más votos vas a tener”
Esta estrategia parece ser uno de los grandes pilares del marketing político argentino para realizar campaña, de manera semanal he visto como los diferentes medios, desde los grandes y hasta los más chicos, han puesto su empeño en que el Juego es uno de los grandes males sociales generando prostitución, narcotráfico y lavado de dinero. Sobre todo en esos mismo medios que promocionaban de manera explícita diversos sitios de apuestas y promocionan hoy en día las apuestas deportivas anunciando cuanto paga cada casa de apuestas extranjera sobre el futbol local.

Incluso hemos tenido que escuchar al Vicejefe de Gobierno de la Ciudad, Diego Santilli, decir que le gustaría retrotraer el país entre 20 y 30 años atrás donde el Juego estaba en los lugares de turismo. Esta si que es una clara declaración populista y de campaña al tener en cuenta que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibe casi el 50% del turismo del país, más de 10.000.000 de personas. Toda una declaración de una “Ciudad Moderna” como en Europa donde hay juego en todas sus capitales.

Otros de los grandes voceros del proyecto oficial fue el Diputado Eduardo Amadeo quien dudo que haya leído el proyecto de su partido porque matemáticamente y según sus palabras en el programa Animales Sueltos dijo que por cada $100 pesos que un cliente apostara recibiría $98. No hay que ser un premio Nobel de Matemática para saber que el 0.75% de $100 son $0,75 dejando entre ver en sus declaraciones que inicialmente el impuesto se aplicaría a todos tipos de apuestas al decir que este también incluía las apuestas online. Además contradiciendo las palabras del propio titular de la AFIP que el proyecto opositor iba a recaudar $190.000.000 contra los $600.000.000 declarados en la Comisión de Diputados.
Y por supuesto siempre está el perjuicio que genera la ludopatía, que según el último estudio de la Universidad Di Tella no alcanza al 1% de los apostadores, siendo la cifra más baja de Sudamérica. Sin duda hay que palear los efectos negativos que tiene toda industria sobre la población, lo cual es una gran contradicción si tomamos en cuenta que el Director de Vialidad Nacional se opuso a una Ley de Alcohol Cero al Volante que podría prevenir más de 7.000 muertes, 50.000 personas discapacitadas y un importante gasto a los servicios de salud por año.

Pero al parecer la inversión en una planta de elaboración de cerveza por $2.600.000.000 o la industria del vino tienen un fuerte lobby que publicita en todos los medios, no crea centros de adicciones y sus muertos no parecen ser una preocupación.

$100.000.000.000: La presión del Juego Ilegal y el desinterés en luchar en su contra
Lo más incomprensible del proyecto oficial es porque no se penaliza al juego ilegal como delito penal o su falta de apoyo de este punto en particular del proyecto opositor teniendo en cuenta la gran tarea que a desarrollado el actual Presidente del IPLyC de Buenos Aires Melitón Eugenio López contra el juego clandestino.

Según las versiones oficiales la Provincia que concentra el 40% del Juego Oficial tiene un mercado paralelo de $50.000.000.000, si proyectamos estas cifras al resto de la industria y le sumamos el 20% del Juego Online e ilegal la cifra estimada por la Lotería Nacional la masa de dinero que maneja se acerca a los $156.257.000.000 pero para ser precavidos redondeamos en $100.000.000.000.

Lo aún más llamativo es que si el Juego Ilegal no fuese una contravención se le aplicarían los dos delitos más graves del Código Penal Tributario, Evasión Impositiva y Lavado de Dinero pero salvo a Melitón Lopez a nadie del oficialismo le importa, aún cuando el déficit de la Provincia para el 2017 es equivalente al juego ilegal y los aportes directos al Estado Nacional serian superiores al déficit fiscal que propone el proyecto de la oposición.

Juego Online: El costo Político que ni el anterior gobierno se atrevió a pagar
El 23 de Agosto del 2005 en el Alvear Palace Hotel la empresa Codere desarrolló una presentación para apoyar la reactivación y creación de nuevas alternativas de apuestas que ya se desarrollaban en el viejo continente y en varios Estados de los Estados Unidos. Desde aquella fecha, ya pasaron más de 11 años, el Estado ha ignorado el avance de la tecnología y modalidades de entretenimiento. Perdiendo una gran fuente de financiamiento, que al día de la fecha es inimaginable calcular la cantidad de dinero que se ha perdido y se encuentra en manos de los competidores más directos de nuestra industria.

¿Qué sigue esperando el estado para regularizar la actividad cuando en esa presentación la propia AFA se mostró de acuerdo en llevar acabo esta modalidad?
¿Cuánto dinero factura el Gran DT y porque no se le aplica ninguna sanción por utilizar los resultados del Futbol Profesional?
Luego de muchos años donde la recaudación aumenta pero no al mismo nivel que la inflación, con mayores gastos operativos por la quita de subsidios en los servicios, parece que el año 2017 no será como se especulaba en la última SAGSE Buenos Aires (Exposición de los Juegos de Azar).
Aunque la última palabra sobre el proyecto de ganancias no está dicha, la aplicación de un nuevo impuesto es casi seguro, pero sin una visión seria sobre la Industria, porque si al Estado realmente le importara aumentar su recaudación impositiva sobre las empresas del juego lo único que realmente debería hacer es más cumplir con una de sus obligaciones más básicas, un mercado de competencia justa donde se persiga sin titubear el juego ilegal que comete un delito donde el más afectado es el propio Estado.

Y sin olvidar que el mejor asesor con el que cuenta el Estado ya le hizo perder $60.000.000 con el cierre de los Bingos porteños, $1.000.000.000 con el Histórico Paro y la confianza de 250.000 trabajadores que sienten que han sido tratados como verdaderos delincuentes.

Fuente: Rosarionet