Consecuencias del proceso independentista en el juego online

El desafío soberanista en Cataluña centra la información a nivel nacional y también internacional con un nuevo capítulo cada día. Entre tanta noticia enfocada a rellenar portadas, es difícil encontrar una que indague en los problemas reales que ha ocasionado y puede ocasionar la declaración unilateral de independencia por parte de la Generalitat. Lo cierto es que son miles las empresas que han cambiado de sede en las últimas fechas y el sector del juego online podría seguir los mismos pasos. Existe de hecho un peligro para sus beneficios al trabajar desde un territorio que, en caso de separarse de España, se podría quedar fuera de la Unión Europea.
España representa un mercado más que emergente para casino y para las apuestas deportivas desde que se empezaron a conceder las licencias para poder operar en territorio nacional. Algunos estudios hablan de que solo en 2016 más de dos millones de españoles accedieron a páginas de dicho sector y según la Dirección General del Juego este genera unos 35 millones de euros en nuestro país. Sin embargo, gran parte de ese beneficio se vería afectado si el motor industrial del país se separase. No solo descendería de un 20% el PIB de Cataluña, sino aumentaría la prima de riesgo y podrían aplicarse medidas de corralito. Estas son solo algunas de las consecuencias que podrían llegar, aunque las primeras ya son visibles. Bancos como el Sabadell o Caixabank han traslado su sede social a otros puntos de la geográfica española fuera de Cataluña y con ellos otras empresas de todos los perfiles y sectores.
A nivel de la red, todas las webs españolas que se dedican al juego se quedarían automáticamente sin derecho a ofrecer sus servicios dentro de Cataluña. Esto significaría, entre otras cosas, que las cuentas abiertas en territorio catalán se verían afectadas hasta el punto de quedar suspendidas, lo que dificultaría enormemente el poder recuperar las ganancias de las mismas a todos los usuarios. En la misma línea, las operaciones de apuestas y casinos online se paralizarían. Muchas de las empresas del juego optarían por trasladarse a Madrid, donde sí se mantendría la regulación vigente dentro de España. El objetivo de este sector es expandirse y crear negocio en el máximo número de países posibles para ampliar el número de jugadores y no todo lo contrario.
Paralelamente, Gibraltar dejará de ser un lugar ventajoso en breve para las sociedades que han implantado allí su sede principal del juego, porque se elevará la tasa de impuestos. Es muy probable que ese flujo de dinero buscará refugio en otros rincones de Europa. A simple vista, España no se presume como una posible alternativa al Peñón pese a su cercanía geográfica ante la imagen tan negativa que está dando de cara a posibles nuevos inversores, con una comunidad autónoma haciendo caso omiso a la Constitución de manera reiterada y con un Gobierno central sin soluciones políticas a este conflicto. Lejos de desaparecer va a seguir muy latente porque los sondeos para las elecciones del 21 de diciembre apuntan a una nueva mayoría secesionista en Cataluña, en cuanto a escaños.
Fuente: Mundiario