Webs ilegales financiadas con publicidad del Juego Online

Las casas de apuestas y juego online suponen el 50% de financiación publicitaria de webs ilegales, seguidas por los sitios de contactos con un 36% y los sistemas de anonimización (VPN y proxies) con un 28% de representación, de acuerdo a un informe de la consultora GfK sobre piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales en España en 2018.
La publicidad sigue siendo la principal fuente de financiación de las webs de contenidos ilegales, ya que el 90% de los ingresos proceden de esta actividad. La principal conclusión que aporta el informe denominado “Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2018” es la referida a la caída de la piratería en un 12% desde 2015, lo que supone un 3% con respecto al año 2017, y una disminución acumulada del 12% respecto a 2015.
Los porcentajes de individuos que realizan accesos ilícitos según tipo de contenido son: música (29 %), películas (32 %), videojuegos (12 %), libros (24 %), series (29 %), fútbol (11 %), prensa (10%) y partituras (2%).
Los millones de euros de lucro cesante causado por la piratería se desglosan del siguiente modo por industrias: Música € 536 millones, Películas €471 millones, Series €167 millones, Libros €215 millones, Videojuegos €265 millones, Fútbol € 269 millones, Prensa €247 millones y Partituras €18 millones:
Más del 50 % de los consumidores que acceden a contenidos ilegales dicen “no saber distinguir entre las plataformas legales y las que no lo son”.
Además, entre los motivos expuestos destacan la “rapidez y sencillez de acceso” (51 %, frente al 43 % del año anterior) y la “ausencia de consecuencias legales” (31 % vs 25 %), los dos argumentos que más han crecido porcentualmente en el último año. También aumenta la motivación “no pago por un contenido que posiblemente luego no me guste” (43 % vs 41 %).
También aumenta el peso de las justificaciones “porque me urge acceder a la novedad y no quiero o no puedo esperar a que esté disponible legalmente” y “no estoy haciendo daño a nadie”, que este año llegan hasta el 28 % en ambos casos.
El 70 % de los usuarios que contratan internet tiene en cuenta principalmente que la velocidad de la conexión le permita acceder a contenidos con mayor rapidez, lo que supone dos puntos porcentuales más que en 2017. También ha aumentado el porcentaje de usuarios que valora especialmente la oferta concentrada (packs de ADSL o fibra más contenidos) a la hora de elegir a la compañía con la que contratar internet, que supone ya el 58 % (desde el 56 % de 2017 y el 51 % en 2016).
Respecto a la forma de acceso se redujo considerablemente el peso de los buscadores como vía de acceso a los contenidos ilegales, que ha descendido hasta el 60 % desde el 79 % registrado en 2017. Google sigue siendo el más utilizado, en cualquier caso: 9 de cada 10 accesos a contenidos piratas se producen desde sus resultados de búsqueda.
Proporcionalmente a ese menor uso de los buscadores como medio para acceder a contenidos pirateados ha crecido significativamente el uso de las aplicaciones para tabletas y teléfonos inteligentes (22 %, frente al 17 % de 2017) y se ha doblado el uso de redes sociales (21 % frente al 10 % del año anterior), siendo las más usadas Facebook y Youtube (56 % y 43 %), seguidas de cerca por Whatsapp y Twitter (29 % ambas). También crece el streaming online (17 % vs 14 %) mientras que las descargas directas online se mantienen en el 29 %.
El porcentaje de webs desde las que se accedió a contenidos ilegales que están financiadas por publicidad sigue superando el 90%, al igual que en años anteriores. De toda esa publicidad, el 50 % corresponde a sitios de apuestas y juego online, el 36 % a sitios de contactos y el 28 % a sistemas de anonimización (VPN, proxies, etc.). A 9 de cada 10 usuarios les han pedido aceptar cookies, 2 de cada 10 han pagado alguna vez por descargarse el contenido o han tenido que rellenar una encuesta de opinión para hacerlo.
Por otra parte, descendió la publicidad en sitios piratas que corresponde a productos de consumo de marcas de prestigio de alimentación, moda, seguros, telefonía, etc. (24 % frente al 26 % de 2017).
Las medidas tomadas en contra de la piratería provocaron que algunas marcas de prestigio retiren la publicidad de sus productos de estas páginas de contenido ilegal. Las medidas adoptadas en contra de los contenidos ilícitos más eficaces en los últimos años fue el bloqueo de acceso a las páginas, sanciones a los proveedores en internet y a los usuarios y diversas campañas de concienciación.
Las fuentes de ingresos de estos sitios son variadas, destacando especialmente que más de dos tercios de los consumidores (66 %) tuvo que registrarse como usuario cediendo datos de carácter personal que los piratas recopilan de modo fraudulento en bases de datos, que posteriormente comercial y alcanzan precios muy elevados en el mercado. Los sitios piratas también consiguen datos con mucho más valor del que se puede suponer a priori y que les permite obtener importantes beneficios económicos, como por ejemplo los hábitos de navegación en la web, otras páginas web que visita el consumidor, sus preferencias, cosas que le gustan, qué compra, etc.
Asimismo, los medios de pago juegan un papel importante en el funcionamiento de los sitios piratas, especialmente en los casos en que estos sitios comercializan cuentas premium, reciben donaciones o sistematizan el envío de mensajes de móvil al usuario registrado para informarle de la existencia de nuevos contenidos en la web.
Los usuarios que han pagado alguna vez por el contenido que ha descargado de estas páginas alcanza ya el 22 % (fue el 14 % en 2017, el 11 % en 2016, el 9 % en 2015 y era solo el 5 % en 2014). Después de crecimientos significativos durante cinco años consecutivos podemos afirmar que el pago directo por el contenido pirateado es más que una tendencia una realidad cada vez más consolidada, lo que exige el planteamiento de medidas eficaces.
La cesión de datos de los usuarios durante el registro lleva a la recopilación fraudulenta de información privada del usuario. Las bases de datos generadas se comercializan en el mercado a precios muy elevados. Se convierten así en una fuente más de beneficio económico para estas plataformas de contenido ilegal, que hacen negocio con los hábitos de navegación en la web, otros sitios web visitados por el consumidor, preferencias o qué compra.
En 2018 el Estado español dejó de percibir 638 millones de euros, de los cuales 419 millones de euros en concepto de IVA, 50 millones de euros en IRPF y 169 millones de euros que no recaudó la Seguridad Social. En lo que al empleo se refiere, el sector de la creación de contenidos y la industria cultural generan 83.925 puestos de trabajo. Esta cifra podría incrementarse en un 26% en un escenario sin piratería.
Accesos y magnitudes
En lo que respecta a los videojuegos, fueron 234 millones los accesos ilegítimos durante 2018. El valor de estos productos alcanza los 5.479 millones de euros. (265 millones de perjuicio). Disminuye el número de descargas de videojuegos de 241 millones en 2017 a 234 millones en 2018 y aumenta un 3% el consumo legal de videojuegos.
El 62% de los videojuegos a los que se accedió ilegalmente estaban en el mercado desde hacía menos de un año. (62% en 2017).
Durante 2018 se accedió ilícitamente a 1.983 millones de contenidos musicales, con un valor de mercado de 7.308 millones de euros. (536 millones de perjuicio). Disminuyó el número de consumidores que accedió a contenidos ilícitos, que pasó del 34% de 2017 al 29 % en 2018, si tomamos en cuenta los mismos tipos de accesos, y ha aumentado el número de consumidores que acceden a música de forma legal.
El 68% de los accesos correspondieron a contenidos con menos e un año de antigüedad desde su lanzamiento comercial ( 48% en 2017).
El volumen de películas al que se accedió ilegalmente durante 2018 fue de 701 millones, cuyo valor en el mercado es de 5.696 millones de euros frente a los 5.725 de 2017. (471 millones de perjuicio). Disminuye ligeramente el número de consumidores que accedió a contenidos ilícitos, que pasa del 33% de 2017 al 32 % en 2018, y aumenta un 12% el consumo legal.
El 55% de los accesos se produjo cuando la película aún estaba proyectándose en salas de cine frente al 58 % de 2017.
Un 29 % de usuarios accede ilegalmente a series de televisión, sumando 898 millones los capítulos reproducidos o descargados ilícitamente durante 2018, dato que disminuye con respecto a 2017, donde el número de accesos descargados fue de 945 millones. Su valor en el mercado es de 1.382 millones de euros. (167 millones de perjuicio). Aumenta un 13% el consumo legal de series.
El 62% de los accesos tuvo lugar durante el periodo de emisión en televisión (75% en 2017).
En 2018 se contabilizan 425 millones de accesos ilegales a libros en internet, con un valor de mercado de 3.656 millones de euros. (215 millones de perjuicio). El número de consumidores que accedió a contenidos ilícitos es del 24%, se mantiene respecto a 2017 pero en 2018 aumentan los consumidores que acceden digitalmente de forma legal a libros.
Más del 42% de los accesos correspondieron a contenidos con menos de un año de antigüedad (41% en 2017).
Durante 2018 se visualizaron de forma ilegal un total de 107 millones de partidos de fútbol en un 11 % de los hogares de España, por un valor de 398 millones de euros. (269 millones de perjuicio). El número de partidos vistos de forma ilegal disminuye con respecto a 2017, donde se visualizaron 113 millones de partidos, pero aumentan el número de consumidores que acceden a ver fútbol a través de portales ilegales.
En 2018 un 10% de usuarios ha accedido ilegalmente a periódicos, revistas, descargándose un total de 227 millones de contenidos de forma ilícita, el valor de estas descargas asciende a 325 millones de euros (247 millones de perjuicio). El consumo ilícito de prensa en formato digital (10%) es superior al consumo legal (3%).
En 2018 se han contabilizado 18 millones de partituras de música descargadas de forma ilícita, esto supone un valor de mercado de 245 millones de euros (18 millones de perjuicio). El consumo ilegal de partituras de música supera al consumo legal.